FUNDACION DE INVESTIGACIONES MARXISTAS

miércoles, 18 de noviembre de 2009

ACTO PÚBLICO EN ALDAIA


Manifiesto

El País Valencià se encuentra inmerso en una doble crisis política y económica, que empezó antes del caso Gürtel y de la recesión económica internacional, pero que esos hechos han agravado de manera insoportable. Los valencianos y las valencianas sufrimos un gobierno despilfarrador, que acentúa las desigualdades sociales a favor de los acomodados, destruye el territorio, menosprecia nuestro patrimonio histórico, cultural y natural, y ataca nuestra lengua y a nuestros creadores. Todo eso mientras la economía real se hunde sin que el Consell haga nada. El incremento del paro y la precariedad del empleo supera la media estatal, como consecuencia del colapso de un modelo de crecimiento basado en la construcción y la especulación inmobiliaria que abandonó a su suerte a los sectores tradicionales agrarios e industriales. Mientras tanto, siguiendo la lógica neoliberal, los servicios públicos continúan siendo degradados o convertidos en objeto de negocio privado a través de tramas empresariales vinculadas al partido en el gobierno. La corrupción no es ajena al modelo armado por el PP, sino que es su premisa y su consecuencia.
Visto este panorama resulta insoslayable la construcción de una alternativa real a la política que se despliega desde las instituciones valencianas. El problema es que, ante las repetidas y cada vez más amplias victorias electorales del PP en el País Valencià, la oposición mayoritaria ha pasado del espejismo a la asunción de la realidad, y empieza a deslizarse peligrosamente hacia la resignación o directamente la asunción de los postulados demagógicos que ha hecho triunfar la derecha gobernante. Pero los valencianos y las valencianas que creemos en un futuro diferente necesitamos una izquierda que no sólo haga oposición sino que articule una verdadera alternativa política, económica, social y cultural.
Los resultados de los últimos procesos electorales han puesto en evidencia dos realidades objetivas que hay que tener en cuenta. La primera de ellas es que EUPV es la única formación política con activos suficientes para encabezar la alternativa al bipartidismo desde la izquierda. La segunda es que, a pesar de que sigue siendo con mucha diferencia la formación de la izquierda alternativa con mayor implantación, presencia y peso electoral, por ahora no es suficiente. Hace falta mucha más gente para articular una izquierda más fuerte y mejor organizada que sea capaz de dar respuesta a las necesidades de la sociedad.
Desde hace mucho tiempo EUPV ha tratado de impulsar estrategias para hacer converger los anhelos de transformación en una alternativa política. Y, admitiendo algunos éxitos parciales, hemos de reconocer que estos intentos han acabado fracasando por varios motivos. Por una parte, las estrategias de convergencia se han dirigido exclusivamente al ámbito institucional en forma de alianzas políticas entre organizaciones que, o bien eran muy minoritarias y con una escasa influencia social, o bien eran refractarias a la asunción de programas alternativos ya que sus horizontes estratégicos eran muy diferentes. Por otra, las dinámicas interiorizadas de EUPV han consumido la mayor parte de las energías en peleas orgánicas, estériles social y electoralmente destructivas. Por ello, debemos saludar el nuevo ciclo abierto en IU y en EUPV que reconoce la necesidad de reencontrar la unidad y la cohesión interna con respeto y reconocimiento de la pluralidad.
Si aceptamos que la estrategia de coaliciones se encuentra superada por la realidad, a los valencianos y valencianas de izquierda únicamente nos queda un camino: la convergencia de la izquierda social alrededor de EUPV generando una dinámica de participación. Por tanto, hay que convocar a las personas que se identifican con la izquierda alternativa y que en estos momentos no encuentran suficientes motivos para colaborar activamente a enfrentarse políticamente con el neoliberalismo y la corrupción. Esta convocatoria debe representar todos los colores que conforman el espectro alternativo, apelando a los diferentes matices ideológicos (socialdemócratas, comunistas, libertarios, republicanos…), los diferentes movimientos sociales (sindicalistas, ecologistas, feministas…) y las diferentes adscripciones identitarias (desde el federalismo hasta el nacionalismo de izquierdas). Hay que invitar a las otras formaciones minoritarias de la izquierda valenciana a compartir el impulso de este proceso, pero se debe hacer desde la base y atendiendo especialmente a las aportaciones individuales. Un proceso abierto, con unas normas de funcionamiento reconocidas y claras que faciliten la participación pero renunciando explícitamente a diseñar un resultado final predeterminado.
Un doble horizonte temporal debe condicionar la agenda de la convocatoria. A corto plazo, hay que afrontar un objetivo específico e inmediato: las elecciones municipales y autonómicas de 2011. Desde esta perspectiva, la convocatoria se debe dirigir a la conformación de programas electorales para los diferentes municipios y para el conjunto del País. Entendemos que es imprescindible vincular los dos procesos por hacerlos converger en uno solo: la respuesta a la problemática local se debe vincular con la más general de País. Tan evidente es que la inmensa mayoría de los problemas específicamente locales no encontrarán soluciones (ni tan siquiera parciales) sin cambios políticos más generales, como que la alternativa nacional no tiene sentido sin el impulso y la aportación desde los barrios y las localidades. El trabajo se debe hacer de abajo hacia arriba, empezando por los ámbitos más próximos, pasando por la articulación de propuestas de ámbito comarcal y acabando con la definición de estrategias para el conjunto del País.
Pero no podemos entender este hito inmediato como un punto de llegada. Bien al contrario, debe suponer el punto de partida de la refundación de la izquierda valenciana. Este debe ser el verdadero objetivo, con la perspectiva de la transformación de la realidad del País, y pedimos a EUPV que ponga todo su activo al servicio del mismo. La recuperación de los espacios políticos perdidos, y la generación de nuevos, sólo podrá conseguirse con planteamientos radicalmente democráticos que presuponen la participación ciudadana en la toma de decisiones.
Para construir la alternativa también hay que regenerar la política. La desmovilización ciudadana no es un problema menor ni coyuntural sino consecuencia directa de la pérdida de confianza en una clase política que se percibe lejana, endogámica y corporativa, cuando no directamente corrupta. Para combatir la degradación democrática, la izquierda debe basar su acción en los principios de la ética, la transparencia y la austeridad, demostrando en la práctica cotidiana que “otra manera de hacer política es posible”.

Per a llegir el Manifest en valencià prem ací.












Partit Comunista del País Valencià PartIdo Comunista de España

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